domingo, 28 de febrero de 2010

El parche...

Andaba yo por uno de los fabulosos mundos en los que ultimamente me suelo perder, desolace, para ser mas exacta, cuando un rotulillo color verde fosforito (tengo hipermetropia y me cuesta horrores leer fosforitos...) salto en la parte izquierda de mi pantalla.

Ein!!? actualización de parches. Mañana no habrá quien entre con el parche actual, será necesario uno llamado v3.3.2... en principio fácil. Sería subir unos cuantos y llegar a la puerta que da acceso y continuidad al juego.

Siempre es bueno pregunta si una duda, eso creia... al final me decido y abro amigos agregados, saludo, tan educada yo, y pregunto cómo se hace...?
Ayer pude aprender mucho por preguntar, siempre hay que preguntar ante la duda, y yo aprendi mucho sobre la parquedad en palabras.
Sabía lo que eran los silencios, los monosilabos como respuesta, cuatro palabras sueltas y una mini conversación. Pero esto llega más allá. Siempre se puede llegar más allá. Las palabras se disipan entre bicho y bicho, las conversaciones se quedan en respuestas a medias, con vueltas de tuerca propuestas por quien pregunta eso si.

Y un parche no da para charlar. Queremos borrar, queremos jugar, queremos juntarnos en un espacio virtual que desaparece desde el mismo momento en que copias la carpeta a tu disco duro. Dudas?? no ha lugar.
Tu te pierdes tu te encuentras. Serás un no se que si vas en raids (toma palabra). Y has de volar usando a la mula (reciente nombre adoptado ante los posibles baneos).

Está claro que en estos mundos o eres mu lista, o naces sabiendo, o eres totalmente inútil como compañía o como acompañante.

Está el otro lado, el parche bueno, donde realmente compartes, te juntas, aprendes y hasta las palabras fluyen y no cuestan mucho. Descubro que nacer sabiendo no es necesario y que hasta puedo equivocarme en muchos aspectos... que suerte.

Ya solo queda descubrir, que lo haremos, donde está el parche, como hacerlo y seguir por los mundos donde aun no hemos encontrado princesas, ni al rey linch, ni a ogros tan perversos que guardan en su silencio la inseguridad de su ser.

Wow!!

Seguiremos ahi Qimera, Jonh Wayne, el Putón y la que escribe (con tantas personalidades...).

lunes, 15 de febrero de 2010

Polvo al polvo

Sobra una vida al llegar la despedida.
Sobran palabras, gestos y pensamientos al decir adiós.
Sobra lo que se dijo, lo que se ha dicho y lo que se dirá.

Viene y te aplasta. Aun a la espera de algo, aun suponiendo, aun presintiendolo.
Toca el alma. Vibra y hace caer las hojas del arbol de la esperanza.
Y ahi la vida es una auténtica mierda.
Y ahi la vida no vale. Ni las explicaciones. Ni el fin de lo que ha acontecido.

No vale nada, sino la misma nada que envuelve de escarcha el sentimento.
Y los gritos de dolor.
Y la negación.
Y la resignación.


La realidad.

Nos adaptamos.

Rest in peace.

lunes, 8 de febrero de 2010

Era yo

Entusiasmo contenido no sea que me ilusione mucho y caiga en picado.
Si se trata de pedir, siempre es peor que dar.
Si das es sin resentimiento. Puede que des a regañadientes. Pero la sensación de pedir conlleva ir desmenuzando sentimientos dispares que no buenos.

Controlas y te mentalizas. Te dices al toro. Y el toro te lo imaginas cogido por los cuernos.
Siempre se huye de sus astas.
Te comprimes sin winzip los sentimientos de raciociocinio ante un discurso delirante y haces de tu capa un sayo. Esperando tener un muro de cemento blindado y sellado a cal y canto contra las feroces paridas del volcán que siempre está en erupción.

Y como una presa que contiene tanta presion ejercida, paso de puntillas por una palabra más, por un efecto más, por una defensa más y por lo más evidente que siempre ha estado.

Luego ves que no hay fugas. Que todo anda en su sitio. Que la vida es sueño. Que nunca cambiamos. Que podemos y no queremos. Que estamos anquilosados en pasados inertes que nada mueven ni cambian. Que lo que hubo hay y lo que hay habrá mañana.

Y miras adelante. Y comparas. Y miras atrás. Y te sosiegas. Y llega un punto que ni sosiegas nada, porque los sentimientos han terminado por no salir. Por extinguirse. Por fluir por rutas alternativas y con vehiculos camuflados que nada indican del fuego que les abrasa.

Hace mucho que no hay nada más que decir. Pero el empeño del corazón va tirando un poquito de la razón. Y a esta se le da todo cuando tras largos años todo sigue en el mismo sitio. Mismo mensaje. Mismas palabras. Iguales sentimientos.

Es ahi donde entiendo que soy yo la que no quiere cambiar. La que hizo oidos sordos y los hace. La que intenta cerrar los ojos e imaginar lo quen nunca ha ocurrido.

Sé que el cambio está en mi. Cada cosa me lo indica.

A qué espero para cambiar??