miércoles, 14 de agosto de 2013

Adelante

Es reflejo de silencios eternos.
Es cíclico y se repite.
Ahora si hay una profesia hecha realidad.

Si nos empeñamos, casi siempre lo conseguimos.
Si paramos demasiado, los pies se hunden en el barro.

Son los momentos de soledad los más inoportunos.
Son los más solitarios en todos los sentidos.

Y miro incansable lo que no puedo ver.
Y sigo el rastro de lo que sólo puedo imaginar.

No es que no pueda.
Si puedo, lo pierdo.
Queda este sabor amargo con tintes perfumados.

Me dejo a la deriva unos minutos.
Los suficientes para hacerme volver.
Pero no llego a tocar tierra... el agua ayuda a flotar.

La marea me trae aire fresco.
Y el aire fresco da paso a un ambiente cargado.
Y mi carga se hace grande.

Mi periodo de paz siempre está en guerra.
Las batallas se suceden con igual resultado.
Mis rodillas toman fuerza para un embate controlado.

Y no puedo ondear la bandera.
Miro como el viento hace su alzamiento.
Veo que lo que pensaba es una imagen de lo que no ocurre.

Vuelven sobre si esas gotas finas anuncio de tormenta.
Prefiero este lado del cristal para verlas caer.
Pero son un reflejo de mi misma.

Aqui.
Ahora.
Adelante.