domingo, 20 de mayo de 2012

Hubo

Hubo un día, una noche, un momento  en que la vida era diferente.
Hubo una vida, un segundo y una mirada en que todo se ofrecía.
Hubo árboles que se estiraban, cuyas ramas bajaban y se alargaban y tendían un puente.
Hubo por haber, hubo y nada más.

Hoy la cuestión es que hay. Hoy la amistad se ha disipado, reconvertido, desviado y diluido en un mar de peros, desencuentros y arrebatos. Y si me sobra tiempo quizás lo quiera dedicar a otra cosa...
¿Y te ofreces? que cara tienes...
¿Y te preocupas? que morro has desarrollado.

No me creo nada. No demuestras nada y en nada se queda todo.
La exclusión por omisión u obra no es una excusa. No se puede estar de palabra. No es reciproco hablar y ofrecer sin estar.

Las más altas creencias, expectativas se deshacen en una niebla absorvente. Ya no se puede predicar solo para esperar. O se da o no se recibe.
Y es que hace un todo de la nada. Y un mes es una vida, y se excluye, y se retira y se pierde...

¿ Con qué cara se pregunta por qué? es fascinante, alucinante.

Cuento amigas y se queda cada vez más solitaria mi mano, con menos dedos. Los mitos van cayendo y lo incierto se vuelve cierto. Las sospechas y delirios toman un color de realidad que cada vez cuesta más digerir.
En el fondo soy una ilusa. En el fondo lo que tenía en alta consideración está destrozado. Y los pocos mitos que alzaba están derruidos.
No es difícil perder amistades. Es difícil mantener y mucho peor hacerlas.

Hice grandes versos sobre la amistad. Mantuve mi fe. He sido tan fiel a mis creencias que no me he dado cuenta de la realidad; o si... si la vi, pero he preferido mantenerme al margen, pensando que podría, pero yo soy parte.

Cuando el aporte de experiencias es significativamente negativo, es mejor dejar pasar. Tu ya no me aportas nada.

Buena suerte.



jueves, 17 de mayo de 2012

Esperanza perdida.

Con los años de crisis alargandose mucho en el tiempo y lo que nos queda, una termina por no creer nada. Nada de nada. Eso me parece triste.
Y las certezas estampadas en la cara cada vez son más. Una de ellas es que la clase política de este país no mejorará nada. Las clases medias-bajas, las obreras y las más desfavorecidas pagan el pato.
El agujero que parecía tener un fondo, sigue batiendo records y las recuperaciones con fecha prevista se diluyen en el futuro incierto que nos espera.

La pérdida de derechos fundamentales, del estado de bienestar, reformas y decretos anticonstitucionales y una mentira tras otra, empujados por Europa, nos están dejando exhaustos.
No soy consciente de haber vivido una crisis. Esta me viene grande como a la mayoría de los españoles.
Las sospechas se vuelven realidades, y los hechos están encima sin preparación.
Ver a esta pandilla de bandidos jugando con nuestro presente y nuestro futuro me desconcierta.
La injusticia social se ha instaurado y no hay paso para los más débiles.

Los que trabajamos no damos a basto a reducir nuestro sueldo con medidas y más medidas. Los desempleados son culpables de su situación. Los mayores, tras una vida de trabajo y pago se quedan "en bolas", los jóvenes sin demasiada esperanza y los de mediana edad en el limbo.

La globalización, especulación y las uniones a la fuerza con unanimidad de criterios nos están llevando a una deshumanización global y a una injusticia creciente que no tiene techo. Yo no se lo veo.
Dicen que tras la tormenta llega la calma, pero aqui el barco no para de zozobrar.

Mi esperanza disminuye a la vez que escucho, leo o veo. Los mensajes son cada vez más duros y cercanos y las amenazas y miedos están por doquier.

Mi esperanza está cayendo, pero intento mantenerla. Es posible que se me despiste por momentos. Pero todavía la encuentro.
Soy afortunada después de todo.
Me preocupa tanto el futuro, que no me deja vivir el presente.

Ojalá todo empieze a remontar, un halo de esperanza que motive un poquito a una sociedad ya demasiado castigada.

jueves, 3 de mayo de 2012

El mal humor

Dicen que el carácter se va forjando a lo largo de las vivencias acumuladas.
Dicen que el ver el vaso medio lleno o medio vacío es cuestión de actitud.
Dicen que se nace con estrella o estrellada.

A veces es difícil ser conscientes de la amargura y malestar que se arrastran. Digo que no puede ser asi. La consciencia no la tomamos por que sí. A veces se estrella una y entonces reacciona... o no, se sigue por el mismo camino oscuro de jodida andanza y jodiendo por daño colateral a los demás.
Todo tiene un límite. En lo malo el tiempo pasa más lento y se hace de esperar más el final.
Es infantil mosquearse por todo. Es inmaduro que cualquier contrariedad nos ofusque nublando la razón y dejando la huella del mal humor que todo lo ahoga.
Y no hay dos sin tres, y la tres es el cansancio. Cansancio de estar siempre con las mismas caras. Sufriendo el puñetero mal día, momento o segundo una vez mas del mal rollo acumulado o por sorpresa.

Asi va saliendo una indefensión ante las situaciones. No sabes como reaccionar. No sabes como hacer porque cualquier imprevisto termina siendo un obstaculo en los pensamientos, hechos, obras y omisiones de quien no soporta ni un pero a su idea de como debe ser el comportamiento de la otra.

Y bien, toda reflexión lleva a una conclusión, al menos en este caso. Aqui la conclusión es que hay que disfrutar un poquito más de la vida. Aceptar y comprender que los demás no tienen por qué hacer, actuar, pensar, lo que esperamos. Somos libres y hay que respetarlo. Asi nos ahorramos discursiones y harturas inútiles que al final queman poco a poco. 

Otra consecuencia nefasta es el tema de sentirse manipulada. Chungo. Es jodido y peliagudo cambiar esta sensación. No se puede dejar la semilla de lo jodida que se está y pretender que los demás no reaccionen, sientan o padezcan. La cara de poker puede ser todo un poema. Los sentimientos entrecruzados entre vaya puta mierda, a lo mio, esto tiene que terminar, al final me joden el día... etc hacen estragos en cualquiera sin grandes pretenciones.

De este modo no tendremos que preguntarnos: ¿ por qué ha pasado esto? las cosas a tiempo dicen que tienen mejor solución.  Eso espero, eso creo.